Autoconciencia

 ¿Qué pasa en mi mente?

Autoconciencia

Por Sofía García y Abigaíl García

 

Es la manera en que uno mismo se conoce, es decir, define que te gusta, que no te gusta, el porque es así, esto genera que día a día te motive hacia las necesidades que cada uno tiene.

Esto se podría decir que es una habilidad que el adolescente tiene por el resto de su vida. Para poder auto conocerte requiere que principalmente te observes, permite identificar, interpretar, evaluar y modificar las manifestaciones de tu yo interno.

En ocasiones, los adolescentes creen que los demás piensan frecuentemente en ellos, lo que les produce que estén muy pendientes a sentirse observados. Además, actúan como sí el mundo girara a su alrededor.

Son muy sensibles a las críticas, de modo que es importante que usted como padre se abstenga de ridicularizarlos o criticarlos en público.

Ellos empiezan a ganar y defender su privacidad, esto es así hasta el punto de rozar el egocentrismo, creyendo que el entorno está continuamente mirándolos y pensando en ellos. Existe un término que se hace llamar “audiencia imaginaria”, el cual es un concepto que hace referencia a ese sentimiento de ser el centro de atención. Esto produce que se sienta preocupado por temas como: “vestir la ropa correcta”, “mostrarse tal y como son”, etc. La fantasía de la audiencia imaginaria es frecuente en la adolescencia, pero persiste en la vida adulta en un grado menor.

A veces es muy dificil tratar de entender a los adolescentes hoy en día, y como padre debe tener en cuenta algo muy importante, los adolescentes que presenten dificultades de aprendizaje y de atención pueden ser muy rápidos para criticarse a sí mismos. Sin embargo, la autoconciencia significa tener la capacidad para reconocer las cosas positivas y negativas en uno. Trate de corregir las concepciones equivocadas de sus hijos. El humor puede ayudar a redirigir sus maneras de pensar. Por ejemplo, “¿tú piensas que no le gustas a otros niños? Siempre hay niños por todos lados, jugando videojuegos, yo no creo que sea por mi personalidad atractiva que ellos vienen aquí. ¡Es por ti!” Hay que tratar de alentar a nuestros propios hijos a tener confianza en sí mismos, y sobre todo, tenerles paciencia, ya que todos nosotros pasamos por esa etapa y a quién no le hubiera gustado tener padres comprensivos y consoladores.