Los cambios en la relación del adolescente con su familia durante la crisis de identidad.

 

Los cambios en la relación del adolescente con su familia durante la crisis de identidad.

AUTORES:
Kevin Mucharraz.
Alejandro Zepeda.

Aun cuando el concepto de adolescencia es un producto relativamente reciente derivado de la industrialización de las sociedades más determinantes de nuestra edad contemporánea, rápidamente se ha convertido en un término fundamental para describir un periodo en la vida de las personas cuya importancia es cada vez mayor (Escalante, 2006). En un mundo gobernado por los medios de comunicación masiva y el flujo constante de cantidades inmensurables de información, la interacción del adolescente con su entorno está permeada por la presión social de destacarse como individuos indudablemente únicos ante una competencia que es tan grande como adversa. Por consiguiente, la etapa de la vida que comprende al rango de los 10 a los 24 años está repleta de crisis sociales, psicológicas y físicas originadas a partir de una serie de cambios que acompañarán al adolescente durante la búsqueda de su identidad. Una de las consecuencias más evidentes de este proceso de transición a la adultez, se puede visualizar en la alteración de la relación con los padres.

La creciente necesidad de volverse personas independientes afecta en la perspectiva del adolescente respecto a sus padres como antiguas figuras de admiración, pues las identificaciones previamente establecidas con ellos durante la niñez ahora son descartadas de forma selectiva con la finalidad de instaurar sus propios valores, creencias y gustos personales. Según explica la psicóloga Carmen Romero, “desde la teoría psicoanalítica, en este periodo se desencadena una regresión temporal a la etapa pre-genital, lo cual inevitablemente conlleva un conflicto con los padres”. Escalante (2006) nos explica que, durante la adolescencia, el individuo necesita desprenderse de la identificación exclusivamente homo-erótica que ha establecido con alguna figura idealizada. A partir de esto se concluye, que “de nuevo hay una amenaza de instintos agresivos y sexuales que el joven puede llevar a la realidad”. Y, por último, agregó que “Freud consideraba la separación del adolescente con sus padres como una tarea esencial para continuar con el desarrollo sano”.

Este nuevo conflicto genera una serie de crisis cuya manifestación más común, de acuerdo con Carmen Romero, “es la presencia de una nueva actitud de desprecio constante hacia los adultos y demás figuras de autoridad”. Al ahora ser capaces de reconocer contradicciones y errores en el juicio de dichas personas, los adolescentes se vuelven más conscientes sobre cuáles son aquellos valores y creencias que pronto van a formar parte de su propia ideología de vida.

Para ejemplificar algunas de las situaciones previamente explicadas, en entrevista con una joven de 15 años con la finalidad de recuperar datos sobre su experiencia personal con respecto al tema en cuestión. En respuesta a la pregunta: ¿De qué manera ha cambiado la relación con tus padres desde que llegaste a la adolescencia? Nos comenta, refirió: “la mayor diferencia está en el vínculo con su madre, pues este era estrecho durante su infancia y a partir de la adolescencia se ha debilitado hasta prácticamente romperse por completo”. En cuanto a la interacción con su padre menciona que, “se ha vuelto más selectiva con la información que le comparte, a comparación de cuando se encontraba en la niñez y le contaba cualquier tipo de información sin pensarlo dos veces. En general, expresa que “su relación con él se ha vuelto más <<distante>>”.
Al preguntarle a Aurora sobre el momento en el cual sintió una mayor necesidad de independizarse de sus padres, describe como “la creciente cantidad de conflictos con su madre la llevaron a notar que debía empezar a valerse por sí misma, sin depender de los demás para cubrir sus necesidades”. A consecuencia de esto, la relación con ella se modificó demasiado. Por último, nos habla sobre este desprendimiento con su madre y cómo, si bien, “le causó un impacto emocional doloroso, también fue decisivo para su sucesivo proceso de independización. Aun así, hubiera preferido que esta problemática se hubiera presentado de forma distinta”.

Si algo podemos aprender de este caso en particular, es que aún a pesar de la inevitabilidad de este distanciamiento con los padres durante la adolescencia, los efectos vivenciados por los jóvenes en el transcurso de este proceso son sumamente diversos y pueden influenciar en el desarrollo de su identidad autónoma siempre y cuando se encuentren listos para enfrentar dichos desafíos con aquella pasión tan característica de esta etapa.



Referencias

Escalante, G. (2006). Introducción general al desarrollo II. Saber ULA.

Entrevista a la Mtra. Carmen Romero.

Entrevista a Aurora 



Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Por qué los adolescentes caen en las drogas?

EL NOVIAZGO EN LA ADOLECENCIA

Retos virales, uno de los peores peligros para los adolescentes.